Historia del ramo de novias

A través de los siglos, al ramo nupcial se ha cargado de fuertes significados, representando y simbolizando la virginidad, la fertilidad, la generosidad, la esperanza, el florecimiento y prosperidad, o simplemente conteniendo una simbolización cómplice y compartida únicamente entre los novios.
Foto de Photos by Lanty en Unsplash

La fuerza de las flores

 
Las novias egipcias solían llevar hierbas de intenso aroma, de tomillo, laurel y ajo, destinadas a ahuyentar los malos espíritus, para protegerse y evitar que los mismos osaran interferir en la felicidad de los esposos. 
 
Con el paso del tiempo, las hierbas fueron sustituidas por flores, y siglos más tarde, esta costumbre pasó a Europa en los tiempos de las Cruzadas. 
 
La novias griegas, preferían llevar ramos de hiedras, dándole a la resistencia de esta planta, la perfecta simbología de una unión fuerte y duradera. 
 
En el Mediterráneo también era común que las novias lucieran ramos hechos con ramas de naranjo en flor, azahares, como símbolo de pureza. 
 
El azahar es la flor que más se ha usado para realizar ramos de novia, simbolizando pureza y virginidad de la mujer. Hasta principios del siglo XX, se las creaba de cera, para más adelante dar paso al uso de la flor natural.
En la Polinesia las novias se adornaban con intrincados collares lei, hechos de orquídeas, ohia lehua y maile, entre muchas otras variedades de flores nativas que se utilizaban, para simbolizar la felicidad y prosperidad en el matrimonio.
 
A las novias hindúes se les aventaban pétalos de rosas a su paso, sin importar su condición social, y entre los novios se intercambiaban collares hechos de flores como símbolo de aceptación, y prosperidad. 
 
Hoy día resume una expresión milenaria de buenos deseos, y es el accesorio principal del arreglo de una novia, mostrando su propio estilo y personalidad. 
 

Divertida tradición

 
La afortunada que atrapa el ramo de la novia tendrá suerte y será la próxima en casarse.
 
En la Francia del siglo XIV se consideraba símbolo de muy buena suerte la liga que llevaba la novia, y en ocasiones los invitados llegaban a correr tras ella para obtenerla.

Para escapar a tales inconvenientes, la novia acabó lanzando voluntariamente una liga a los invitados, y más tarde el ramo también.
Foto de Allef Vinicius en Unsplash

Ramo de novias con Hortensias

 
La hortensia, Hydrangea Macrophylla, es de origen japonés. Su nombre, ajisai, significa flor de sol morado, que para los nipones representa amor paciente, y simboliza el camino al paraíso.
 
Puede adquirir intensos tonos blancos, rosas, azules, púrpura y verdes.

Son numerosas las ceremonias, y ofrendas de tipo religioso o festivo que tienen esta venerada flor como protagonista.
 
Además de su gran variedad de llamativos colores y tonalidades, es una de las pocas flores que ofrece el color azul natural para un ramo nupcial.

Por su forma redondeada es ideal para bouquets románticos. Actualmente son las flores favoritas de muchas novias para destacar sus deseos de verdadera felicidad espiritual. 
 

Leyenda de Hortensia


Cuenta la leyenda que el Rey Luís XIV de Francia, muy aficionado a la floricultura y con enormes deseos de innovar, ordenó una expedición rumbo a destinos exóticos para localizar y traer a sus jardines nuevas especies de flores desconocidas. 
 
Entre la tripulación de aguerridos marineros, había un grumete de aspecto mucho más frágil y débil que los demás.

Fue apresado junto al resto de tripulantes al llegar a las costa, pero con su astucia y valentía logró salvarse junto a sus compañeros, de una muerte segura en manos de los nativos. 
Foto de Taylor Smith en Unsplash
Cuando al fin lograron liberarse, descubrieron que el grumete era en realidad una mujer que se había disfrazado para conocer mundo, y al regresar a Francia, el rey sorprendido y lleno de admiración, le concedió el honor de poner su nombre a una de las nuevas especies de flores que habían traído, Hortensia. 
 
Desde entonces las hortensias son símbolos de valentía, fuerte determinación frente a las adversidades y búsqueda de felicidad espiritual.
 
En el reinado de Luis XIV, las hortensias aparecen en los tapices de la famosa Casa Gobelin, hechas por Jean-Baptiste Monnoyer.